jueves, 19 de noviembre de 2020

COLOMBIA

 


                             Colombia, así se llamaba porque así lo quiso su madre. Tuvo una infancia feliz, llena de buenos momentos y mucho amor. Nada hacía presagiar lo que estaba a punto de sucederle, su destino estaba forjado. 

                           Una noche la despertó un ruido, faltaba una semana para su duodécimo cumpleaños. En la penumbra de su habitación pudo ver como la silla de su escritorio se movía hasta los pies de su cama. Intentó encender la luz, pero por más que accionaba el interruptor la oscuridad no se iba.

                           Asustada decidió taparse con la manta que cubría su cama como si de un escudo protector se tratara, pero antes de hacerlo vislumbró una figura ataviada con una capa negra y una capucha que le tapaba la cara, no pudiendo ver de quien se trataba. Quizá fuera mejor así. Quiso gritar pero su garganta no emitió ningún sonido. Estaba aterrada.

                          El amanecer la encontró sentada en un rincón balanceándose mientras murmuraba "no es real" "no es real".

                           Aquella noche dio paso a otra y luego otra donde la misma figura la visitaba, siempre puntual a la cita, siempre en silencio, provocándole cada vez más y más miedo si cabe, haciéndole llegar hasta el abismo de la locura.

                           Pero la séptima noche del séptimo día Colombia estaba exhausta de noches sin dormir, su piel había adquirido un color blanquecino, no comía, apenas hablaba, sus ojos sin brillo estaban inmóviles perdidos en un punto fijo, mirando sin mirar, aquella figura se levantó de la silla se abalanzó sobre ella cubriéndola con su capa. Colombia se sumergió en la oscuridad mas profunda.

                           Pidieron favores al clero y la llevaron a la catedral.

                           Cuando cruzaron el umbral su garganta emitió un grito inhumano, un aullido del mas allá. Su cuerpo se elevó del suelo quedando suspendido en el aire, de su boca salieron los demonios que hasta ese momento habitaban en el inframundo. Se había abierto la puerta al infierno. El mal estaba allí. Una nueva era estaba comenzando.


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