Cuando se despertó estaba en un bosque cubierto de tierra y hojas. Intentó recordar como había llegado hasta allí, pero no lo logró. Intentó levantarse y vio a una joven, con una larga melena negra , vestida con una túnica blanca, que le tendía la mano para ayudarle a levantarse, mientras le sonreía tímidamente.
La miró embelesado, estaba seguro de que era un ángel. Ella le dijo que era la princesa Mía que vivía en el Palacio de la Mareas y que había venido a ayudarle. Su barco había naufragado y era el único superviviente. Él se enamoró perdidamente de ella.
Hola, Pilar: Muy bonito tu microrrelato. Una historia de amor nacida de un naufragio.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar en el reto y bienvenida. Te dejo a continuación el link donde están las bases del reto: https://lidiacastronavas.wordpress.com/escribir-jugando/ para que no te pierdas nada. Te ruego que cuando participes me lo hagas saber a través del blog, porque en las redes intento estar alerta, pero no siempre puedo. Mil gracias. Te invito, además, a poner el banner del reto para ilustrar tu entrada si quieres, así tus lectores sabrán que estás participando en un reto.
De nuevo, gracias por tu participación.
Te mando un gran abrazo y hasta muy pronto.
Buen relato!
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