Un
pueblo es mucho más que lo que muestra.
No
te fíes de las ferias, ni de los que te reciten poemas a cinco voces, tampoco
de los sitios donde la crema de calabaza es el plato estrella y estate
pendiente del reloj porque tal vez marque tu hora eterna.
Lo
esencial es invisible a los ojos.
Esta
es una historia de desafíos, de supervivencia y de creencias. Porque si crees
en ti todo es posible, aunque tengas que morir dos veces.
Es
un intento de superación, de nuevos comienzos, de enterrar el pasado y como la
vida puede cambiar en un momento dado, con tan solo chasquear los dedos, para
bien o para mal.
No
soy una mera narradora de los hechos, también soy una figura importante en esta
historia, no podría ser de otra manera, porque me gusta la fama y la popularidad.
Soy
egoísta, narcisista, arrogante y ególatra. Soy un tema tabú entre los mortales.
Soy causa de recelo, preocupación, ofuscación. Provoco miedo y auténtico
terror. Lo puedo ver en los ojos de la gente al escuchar mi nombre. Y me
encanta. Quieras o no yo siempre estaré presente en tu vida.
El
tiempo, esa sombra en la mente de hombres y mujeres sin excepción, juega a mi
favor. Se han escrito ríos de tinta sobre mí, historias para no dormir llevan
mi nombre. Soy el principio del fin y el final del comienzo. Soy la muerte. Y
siempre estaré presente en tu vida a veces como tu amigo, vecino, amante o
marido.
Podría
fijarme en cualquier otro lugar, pero éste en concreto tiene esos tintes
misteriosos, fantásticos, únicos, que me encantan. Secretos bien guardados a lo
largo del tiempo y enterrados bajo capas de verdades a medias que están a punto
de ver la luz.
Lugar
misterioso que juega al despiste y a la confusión. Con sus pactos con el
diablo, viajes en el tiempo, vivos muy muertos y muertos que no saben que lo
están.
La
desorientación conduce a la sugestión. Y la sugestión te lleva a cometer
errores.
¿Te
atreves a venir a Talos?
Que buena pinta tiene Pilar👏👏👏 enhorabuena
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