martes, 22 de diciembre de 2020

CORAZÓN HELADO.

 




                             Estaba solo. La gente del pueblo lo evitaba, era huraño, avaro y malhumorado. Tenia un triste pasado tras de si, que lo convirtió en lo que era ahora.

                             Había nacido en el seno de una familia acomodada. Su infancia transcurrió sin muchos altibajos. Su padre era un eminente abogado, su madre era profesora universitaria. Tenia una hermana, dos años mayor que él, guapa e inteligente. El sueño de su padre era que él siguiera sus pasos. Pero aquel crio de nueve años tenia en mente otra cosa, quería ser escritor, un famoso y reputado escritor de misterio y terror.

                              Leía mucho y escribía siempre que podía. Guardaba todas sus escritos en un cajón de su escritorio, en una carpeta roja. 

                               Un día a la salida de clase su hermana no estaba en el lugar donde le esperaba siempre para ir juntos a casa. Esperó un buen rato hasta que decidió ir él solo, pensando que tal vez ella se hubiera olvidado de él y estuviera ya en casa. Por el camino iba muy enfadado con ella, podría haberle avisado, tenia hambre le dolían los pies de caminar. Al llegar a casa su hermana no estaba, eso lo alarmó. Sus padres tampoco estaban, eso era normal, solían llegar una hora o dos después que ellos. 

                               Se preparó un bocadillo y se fue a ver la tele, perdió la noción de tiempo, volvió a la realidad cuando sus padres llegaron a casa  y preguntaron por su hermana. Todavía no había llegado. Llamaron a sus amigas del cole, a sus vecinos, a todo el mundo que conocían pero ni rastro de ella. Avisaron a la policía y les tocó lo peor: esperar.

                               Días después encontraron su cadáver, parecía obra de un asesino en serie que llevaban tiempo buscando y que parecía que actuaba por aquella zona, su hermana no era la única victima de aquel monstruo, encontraron más cuerpos, todos de chicas.

                               La vida como la conoció hasta ahora cambió radicalmente, se sentía culpable por la muerte de su hermana.

                               Lo ignoraban, tanto era el dolor que tenían en el corazón que se hizo invisible para sus padres.

                               Su madre no pudo soportar tanta pena y una noche de aquel verano, unos meses después de la trágica muerte de su hija, se suicidó cortándose las venas en la bañera.

                               Su padre, se volvió loco ante tanta desgracia, se largó de casa, lo abandonó y ya nunca lo volvió a ver.

                               Acabó viviendo con una tía, la cual no había visto en su vida, una hermana de su padre, única familia que le quedaba. Le pegaba casi a diario, apenas le daba de comer, lo sacó del colegio y lo hacia trabajar en el campo de sol a sol. Pero nunca le quitó las ganas de escribir. Era su vía de escape ante tanto dolor que llevaba en su corazón, cuando escribía se evadía a otros mundos, era otra persona, aquello le ayudaba a salir adelante a pesar de todas las adversidades ocurridas en su corta vida.

                               Acabó siendo el escritor famoso que tanto deseaba. Pero su corazón nunca se recompuso, se convirtió en un hombre tosco, desagradable, no le gustaba la gente y menos el trato con ella. Se encerró en la casa donde había vivido con sus padres y su hermana, escribía día y noche, cada libro que sacaba era un éxito rotundo, sólo vivía para escribir y seguir evadiéndose, creando personajes y volando a lugares donde su corazón era feliz y estaba libre de dolor.

                              Pero llegó ella. Su salud se había deteriorado en los últimos años, todavía era joven, pero le habían quedado secuelas a causa de una coz que le había dado un caballo cuando vivía en la granja con su tía, algunos días el dolor de espalda era insoportable, y los calmantes apenas le hacían nada. Esos días su humor alcanzaba su grado mas álgido.

                              Entonces contrató a una enfermera, que le ayudara a levantarse de la cama, a vestirse y a caminar. Pero en cuanto la vio se dio cuenta de que un ángel había llegado a su vida. sintió algo que no había sentido nunca, aquello lo asustó y lo desconcertó a partes iguales. Reconocía que no le hacia la vida fácil a aquella joven, su caparazón se había hecho impenetrable con el paso del tiempo. Pero ella creía en él y le dio el calor y la paz que tanto anhelaba. Al final se rindió, el amor había llegado a su corazón y esta vez para quedarse.




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