APARICIÓN
- ¿Café? -le ofreció el policía
a aquel joven sentado frente a él. El joven rehusó y le pidió un vaso de agua.
Las manos le temblaban, tenía la mirada perdida. El policía trató de calmarlo
con palabras amables y tranquilizadoras, consiguiendo que el joven se calmara
en parte. Luego le pidió que le contara lo que le había pasado. El joven tenía
los ojos inyectados en sangre, a causa de la falta de sueño y comenzó su
relato:
-Había terminado mi turno, eran
las doce de la noche y me dirigía a casa en el coche. Llevaba una media hora de
camino cuando vi una figura blanca en medio de la carretera, aminoré la marcha
hasta que la pude ver mejor, era una chica joven, llevaba un vestido blanco que
le llegaba hasta los pies, estaba cubierto de sangre. Paré y me bajé para
socorrerla, pensando que había sufrido un accidente y necesitaba ayuda, pero la
chica ya no estaba. Eché un vistazo a mi alrededor, pero no había rastro de
ella. Me volví a meter en el coche desconcertado, intenté llamar pidiendo ayuda,
pero no tenía cobertura. Arranqué el coche, mi idea era llegar a la primera
comisaría que encontrara para que me ayudaran a buscarla, y al mirar por el
espejo retrovisor, la vi sentada en la parte de atrás del coche. Giré la cabeza,
asustado, pero aquella mujer ya no estaba, pero el asiento estaba cubierto de
sangre.
El policía tomaba notas, asintiendo
con la cabeza, de vez en cuando, a lo que le decía el joven. Un compañero se
acercó hasta la mesa donde estaban los dos hombres, le entregó una carpeta y se
fue.
El policía la abrió, dentro había un
informe detallado del coche de aquel joven, en él se veían fotos del asiento de
atrás cubierto de sangre. También decía aquel informe, que rastrearon la zona
en busca de la mujer, sin resultado alguno, ni siquiera pudieron encontrar un
rastro de sangre que les pudiera llevar hasta ella.
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