UNO
Encendiste mi cielo con tu luz
apagaste mi infierno con ella
En tus brazos he vuelto a nacer
en tus brazos aprenderé de nuevo
el significado de la palabra Amor.
¡Maldito!
Encendiste mi cielo con tu luz
Salí huyendo
buscando el refugio de la oscuridad
No quiero tu compasión
quiero que la apagues para poder morir entre
tinieblas.
DOS
La esperanza como
escudo para un corazón que aún late de amor por ti.
Que aún espera tu
regreso
Que aún no se
rindió ante tu prolongada ausencia
Que aún recuerda
tus caricias sobre su piel
Que aún saborea
tus besos sobre mis labios
La esperanza como escudo para un corazón que aún sigue vivo y espera ser rescatado.
Te lo arranqué del pecho y lo he pisoteado, una y otra vez,
¿tengo que matarte para que te olvides de mí?
Dime, ¿es eso lo que quieres?
TRES
Abre la ventana,
mi amor
Y túmbate a mi
lado
Dejemos entrar a
las hadas con su magia
Bañada con el
polvo de estrellas
Bañado con el
polvo de estrellas
Impregnándonos de
amor
Tocaremos el
cielo
Invoqué a los
demonios en la cueva fría y oscura donde me encerraste.
Escucho pasos.
Se acercan.
Les suplico venganza.
Tu vida como precio.
Bañada con el polvo de estrellas negras y oscuras del averno,
me libero de las ataduras.
Te acercas confiado con una daga en la mano.
Aprieto con fuerza tu cuello con las
cadenas.
CUATRO
Me sumerjo en tus
ojos verdes como el mar
Me miras y me
derrito de amor
Sonríes
pícaramente
Tus ojos brillan
Hay una mezcla de
lujuria y pasión en tu mirada
El mundo posee tu
cuerpo, pero no tus ojos.
El mundo posee tu
cuerpo
fantasean con él
y tú te deleitas con ello
Tu gélida mirada
cargada de desprecio se posa en mí.
El mundo posee tu
cuerpo, pero no tus ojos
Ahora son míos
Veo tu alma desnuda a través de dos cuencas vacías
Donde una vez
hubo arrogancia y ahora sólo hay oscuridad.
CINCO
La sombra del
silencio
Cae sobre mí si
no estás
Tu ausencia me
envuelve en una espiral de melancolía
Mi alma llora y
mi corazón te añora
Cuando estás a mi
lado
irradias una luz
que
disipa las
sombras de mi pena
La sombra del
silencio
Extendió su manto
La sombra del
silencio
Vino para
quedarse
La sombra del
silencio
Acalló tus
llantos, tus súplicas, tus lamentos
La sombra del
silencio
Llegó con la
Muerte
SEIS
Nuestras miradas
se encuentran
Mis ojos están
llorosos
Los tuyos
irradian alegría
Me abrazas
tiernamente
Me murmuras al
oído
Disipando mis
dudas
No te vas, te
quedas, me iluminas.
Mi mirada, es el
reflejo del odio que siento hacia ti
Tu mirada,
refleja la ira que sientes hacia mi
Enfurecido me
dices “no te vas, te quedas, me iluminas”
Tus palabras son
falacias
Tus actos te
delatan
No quiero
quedarme
Las ataduras a la
silla me obligan a hacerlo
Te reto con la
mirada y te pregunto
¿Me vas a matar?
A lo que tú
contestas
Puede ser
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