miércoles, 8 de junio de 2022

LA DECISIÓN

 

Hace mucho tiempo había tomado una decisión, pasar de ser Lucifer “portador de luz” el preferido de Dios a ser lo que era ahora, Satanás, su gran adversario. Y aunque en aquellos momentos no le resultó difícil ahora estaba en una situación, aunque no similar a aquella, sí decisiva en su liderazgo.

Su círculo más íntimo lo formaban las peores almas que habían paseado por la faz de la tierra y aunque aquello lo enorgullecía de gran manera, necesitaba más como éstas a su lado para el plan que se cocía en su perversa mente.

Puso a funcionar su gran astucia e inteligencia. Los humanos evolucionaban a pasos agigantados. La tecnología había llegado a sus vidas para quedarse, sin embargo, los pecados capitales no habían desaparecido, no, incluso podía ir un paso más adelante al afirmar que estaban arraigados más que nunca en las mentes humanas. Había que sacar partido de ello. El boom de los asesinos seriales de los años 70 había quedado atrás. Aquellos hombres y mujeres capaces de hacer las vilezas más crueles y macabras a sus semejantes parecían haber desaparecido debido a los grandes avances en las investigaciones policiales.

Eso era un problema, claro está, pero uno que no pudiera solventar.

Era fácil convencer a un humano adulto que hiciera lo que fuera por conseguir fama, dinero, mujeres, poder. También estaban los que no sucumbían a la tentación, pero constituían un porcentaje menor que no alteraba para nada su plan.

Había una franja de humanos que eran más vulnerables y a los que no les costaba mucho esfuerzo amoldar a sus deseos. Los niños.

Tenía que entrar en un lugar pantanoso para él, porque los niños son el regalo de Dios, lo más preciado que tiene, inocentes desde su nacimiento son esenciales para su propósito, de que seres humanos obedientes pueblen la tierra.

Lucifer tuvo que decidir si…. conquistar aquella tierra prohibida, aquellos corazones puros.

Pero no le costó tomar una decisión. Lo haría en forma de ángeles de la guarda que los llevarían por el camino de la envidia, la ira, la violencia…. Uno por niño nacido. Pero no cualquier niño, sino los que estaban destinados a formar parte, cuando crecieran, de ser los humanos más brillantes sobre la faz de la tierra aquellos que harían grandes descubrimientos y progresos y los que llegarían a ser muy poderosos cuyas decisiones llevaría a la desaparición total del ser humano. Expuso su plan a sus más allegados que lo recibieron entre vítores de alegría y comenzó a llevarse a cabo, aun sabiendo que desataría la ira de Dios. Pensarlo, lo llenaba de un gran placer.

 

 

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