domingo, 7 de noviembre de 2021

NUEVA VIDA

 

Cuando fue consciente de su propia existencia, sintió que no estaba solo.

Notaba otras presencias a su lado. Estaba muy oscuro y no podía distinguir cuantos eran, pero algo le decía que eran muchos los que igual que él, estaban allí encerrados.

El lugar tenía forma ovalada. Sintió su textura sedosa y elástica. Sabía que aquello los protegía, era cómodo y la temperatura allí dentro era muy agradable.

A medida que el tiempo transcurría dentro de aquel huevo, sus movimientos se iban haciendo más precisos y su tamaño iba aumentando.

No sabía cómo había terminado allí. Lo último que recordaba es estar postrado en una cama de hospital. Escuchó a los médicos hablar con su esposa del estado muy crítico en el que se encontraba. Se acordaba del accidente de coche. No tenía dolor. Escuchaba el ir y venir de los médicos y enfermeras, entrando y saliendo de su habitación, incluso podía escuchar lo que hablaban entre ellos, pero no podía mover ni un solo músculo de su cuerpo, tampoco podía abrir los ojos. Permanecía tumbado en aquella cama mientras el tiempo iba pasando. Entonces… la máquina, a la que estaba conectado, comenzó a emitir un sonido, estridente, ensordecedor. Después de eso, nada, salvo el silencio más absoluto.

Ahora sentía un cuerpo, pero muy diferente al que tenía. Podía pensar, e incluso su visión se iba haciendo, poco a poco, más nítida, empezaba a distinguir formas a su alrededor. Quiso agarrarse a aquella pared de seda. Se dio cuenta de que no tenía manos. Tenía patas. Un total de ocho.

Su desconcierto le hizo entrar en pánico. En su desesperación quiso gritar, pero no tenía garganta y sin ella tampoco existían cuerdas vocales que emitieran algún sonido, por muy leve que fuera. Tampoco podía llorar. Sus ojos estaban secos. Sentía unos deseos enormes de romper aquella tela y salir al exterior. Sus compañeros, sus hermanos, sintieron lo mismo que él, porque al unísono, se pusieron a golpearla hasta que hicieron un agujero lo suficientemente grande, por el cual pudieron colarse. Una gran tarántula los estaba esperando fuera con pequeños trozos de insectos para alimentarlos.

 

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