—Buenas tardes, soy Marcos Segura y os doy la bienvenida a este nuevo proyecto. Vosotros tres sois los primeros y espero que no los últimos. Os daré la oportunidad de calmar vuestra conciencia. Perdonar o no a quien os haya hecho daño. Os voy a contar algo.
El hombre, un tipo más bien corpulento de unos cincuenta y tantos con el pelo muy corto, la tez blanquecina se sentó en una silla frente a ellos.
Tres personas lo miraban como hipnotizados asintiendo a cada palabra que el hombre decía.
Había un chico de unos quince años, alto, delgado, con la cara llena de acné y unas lentes de culo de botella que hacían que sus ojos parecieran muy pequeños. Se llamaba Toni.
Una mujer de unos treinta años, alta, delgada, muy guapa con una larga cabellera rubia recogida en una coleta. Se llamaba Ana.
Y luego un hombre de unos cuarenta años, Con un cuerpo atlético, el pelo cortado al cepillo, con pinta de ser militar. Se llamaba Mario.
El hombre continuó hablando:
—Os voy a contar una historia. En la mitología griega hablaban de tres divinidades infernales que atormentaban con remordimientos a los autores de malas acciones, había una que castigaba los delitos morales, Alecto. Había otra, Megera que castigaba los delitos de infidelidad y por ultimo pero no por ellos menos importante Tisifone la vengadora del asesinato. Las erinias lanzaron tres maldiciones al mundo.
Hizo una pausa y continuó:
—Toni, a ti te hicieron bullying durante años. Tus acosadores salieron impunes, tú tuviste que cambiar de instituto y acudir a un psicólogo.
El muchacho asintió con la cabeza.
—Ana, tu marido te fue infiel muchas veces. Le has perdonado todas, alegando que estabas enamorada de él.
La mujer asintió.
—Mario, han matado a tu mujer. El asesino está en libertad después de haber estado en prisión cinco años. Lo soltaron por buena conducta.
Mario también asintió.
—Debajo de vuestras sillas hay un maletín. No lo abráis todavía. Cuando os diga saldréis de esta sala al pasillo. Allí encontraréis tres habitaciones. La número uno es para Toni. La dos para Ana y la tres para Mario. Dentro están las personas que os han causado tanto daño. De vosotros depende perdonar o castigar. Ya podéis sacar el maletín y abrirlo.
Dentro había una rosa y una pistola.
Perdonar o matar.